Cómo preparar las paredes antes de pintar

Aquí puedes encontrar algunos pasos para preparar tus paredes antes de pintar. En los primeros pasos se contempla que las paredes tenían capas antiguas de pintura. Si no es el caso o tus paredes se encuentran en buenas condiciones, ve directamente al punto 3.

1- Quita la pintura floja y el moho

En paredes anteriormente pintadas, tendrás que empezar quitando la pintura que no está ya adherida. Con cuidado quítala con una espátula intentando no hacer más daño a la pared. Después puedes lijar con un papel de lija fino (grano 120 a 200) para suavizar y emparejar los bordes.

Otro problema muy común es el moho, que puede volver a aparecer después de la aplicación de la pintura, por lo que es esencial eliminarlo antes de que este problema ocurra de nuevo. El moho de las paredes aparece normalmente en zonas con humedad y poca ventilación. Y desaparece fácilmente cuando se limpia con un trapo húmedo con lejía, siempre dejando secar la zona antes de ser pintada.

2- Reparar agujeros y grietas

Es muy difícil encontrar una pared en perfectas condiciones. Siempre tiene alguna grieta pequeña, arañazos y golpes que no son bonitas de ver, y será más notable si pintas con una pintura satinada, por ejemplo.

Si eres muy perfeccionista y tu quieres borrar esas marcas, puedes hacerlo con pintura plástica o alguna masilla para paredes (interior o exterior, según corresponda). Como herramienta puedes usar una espátula o una llana. Quita todo el exceso de material antes de que se seque, y una vez que se haya secado completamente, utiliza papel de lija para suavizar y nivelar la superficie.

3- Lija (si es necesario), quitar el polvo y limpia

Tus paredes tendrán polvo solo si tienen una manos previas de pintura, o si se trata un revoque fino de cemento. El polvo creará una superficie apta para el repintado sobre la capa de pintura anterior, y quitará el grano de arena utilizada para revocar. Nunca lijes las paredes de yeso o placas de cartón-yeso, salvo en las juntas y donde se haya aplicado. En esos casos la superficie ya se encuentra preparada para ser pintada.

Ya hayas lijado o no, siempre debes limpiar para quitar todo rastro de polvo que puede afectar a la adherencia y el buen acabado de la próxima mano de pintura.

4- Aplica una imprimación selladora

Utilizar fijador o sellador, también llamado imprimación para paredes, tiene sus ventajas. Principalmente sella las paredes por lo que con ello absorbe menos pintura, cubriendo mejor el color anterior y gastando menos. Por eso la aplicación de sellador es imprescindible en paredes nuevas, en reparaciones de grietas, y en paredes que hace tiempo que no son pintadas.

El sellador se usa de la misma forma que la pintura, con una brocha y rodillo, diluido acorde a las indicaciones del envase. Déjalo secar las horas necesarias antes de la primera mano del producto definitivo.

Si tu has seguido estos pasos, todo está preparado para pintar las paredes con el color que quieras, y con la pintura más apropiada. Preparar la pared puede parecer una tarea engorrosa y poco deseable, pero es necesaria si quieres que el acabado sea perfecto.

 

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